viernes, 13 de abril de 2012

087 - Double Dragon II: The Revenge (1989) - NES

Desarrollador: Technos Japan Corp.
Publicado por: Technos Japan Corp.
Salió también para: Arcade, Mega Drive, PC Engine, ZX Spectrum, Commodore 64, Amstrad CPC, Atari ST, Amiga, MS-DOS, TurboGrafx CD


Ya me dio juego ya aquel lote de juegos comprados a mis amigos, vaya si me lo dio. Como hasta entonces se podían contar con los dedos de una mano los cartuchos que poseía (literalmente, sólo tenia uno pirata de la NES y cuatro de la Mega Drive), aquellos juegos le dieron nuevos bríos a mi colección, además de darme motivos para quitarle el polvo a la Nevir Mastergames, un poco abandonada en detrimento de mi flamante Pentium-100.


Introducción.

Uno de los juegos era un viejo conocido de préstamos y sesiones de juegos en casa de otros amigos, Double Dragon II: The Revenge. Para aquel entonces, era un juego totalmente desfasado: la edad de oro del "beat'em up" ya había parido los mejores títulos del género en arcades y 16 bit. De todas formas, es un juego divertido, especialmente si se juega a dobles.

Primera fase.
Es un juego de gráficos vistosos, gracias a la ayuda de un coprocesador añadido, con mucha variedad de escenarios de gran colorido y melodías, todas ellas muy pegadizas. El diseño de las pantallas te obligaba a adaptarte a ellas: por ejemplo, en la tercera fase luchábamos a bordo de un helicóptero en pleno vuelo, cuya puerta se abría periódicamente. Más te valía estar lejos de ella porque si nos tumbaban podíamos ser succionados. Pero claro, nosotros podíamos hacer lo mismo con los enemigos... o si nos poníamos cabrones, con nuestro compañero. Esto producía el descojono general por parte de los espectadores, y la inmediata imitación de lo que sucedía en pantalla por parte de los jugadores. Vamos, una pelea a hostia limpia. Afortunadamente, sin resultado mortal en la mayoría de los casos. 

Fase del helicóptero.
En otras fases, el techo solía estar muy bajo. Esto, más allá de una tortícolis, no debería de crear mayores problemas. El asunto está en que el techo estaba lleno de pinchos, con lo que un buen gancho podía empalar a los rivales en ellos. Otra cosa es que fuéramos tan tontos como para saltar...

Cuarta fase.
Lo de los saltos es uno de los puntos flojos del juego. La NES, al tener sólo dos botones de acción, nos obligaba a pulsar A y B a la vez para saltar, ya que los botones se utilizaban para atacar de frente o de espaldas (dando una coz), según a qué lado estábamos mirando. El sistema no es del todo preciso y provoca que cometamos algún error de cuando en cuando. Si estando en el aire repetimos la pulsación de A y B simultáneamente, realizamos el ataque especial, una especie de "helicóptero" a lo Ryu y Ken de Street Fighter. El golpe de gancho también tiene su aquel, ya que deberemos dar un puñetazo justo en el momento de aterrizar de un salto.


Pese a estos defectillos, achacables a la falta de botones del mando, es todo un clásico que merece ser rejugado de vez en cuando. Cada vez que conecto la NES me doy un garbeo por los escenarios, intentando vengar la ¿muerte? de mi novia Marian. Al igual que en otros cartuchos de ese lote, conservo el manual en bastante buen estado.

El manual viene en castellano y alemán.

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