Publicado por: Taito
Salió también para: Commodore 64, ZX Spectrum, Amstrad CPC, Atari ST, Amiga, NES, Master System, TurboGrafx-16, FM Towns, WonderSwan, Game Boy Color, Sega Saturn, PlayStation, Sega Mega Drive, Móviles
Este es uno de esos juegos sobre los que nunca he puesto las manos. No
es de extrañar, ya que es una recreativa bastante antigua que salió al
mercado cuando yo era muy pequeño. Sí que jugué a la versión de NES en casa
de algún amigo, muy pocas veces, pero las suficientes para que guardara muy buen recuerdo de él. El port PAL para la NES lo realizó Ocean al igual
que la mayoría de versiones para
ordenadores personales, mientras que el NTSC fue obra de la propia
Taito. Sorprendentemente la versión europea me parece bastante
más fiel al arcade. Me reencontré con el juego varios años después, al venir incluído en uno de aquellos míticos CD-MIX para PC. No recuerdo qué juegos más había en aquel recopilatorio, sólo tenía ojos para este. A partir de ahí he podido jugar a
través del emulador MAME, en multitud de plataformas: PC, Dingoo, GP2X,
móviles, Xbox...
Primera fase. Cuando pasa un tiempo sin que ataquemos a los enemigos en pantalla, estos enfurecen y se vuelven de color rojo. Su movimiento se vuelve frenético. |
Es uno de esos juegos simples en apariencia,
fácil de aprender a jugar pero muy difícil de dominar realmente. El
objetivo es tan simple como superar plataformeando una serie de
pantallas de scroll vertical, dispuestas en 10 islas de cuatro fases. Cada una de las islas cuenta a su vez con su propio Boss. Como
únicas armas tenemos la posibilidad de saltar y la de lanzar arcoiris,
que nos sirven tanto para acabar con los enemigos como para apoyarnos en
ellos para subir y saltar. Todo esto mientras recogemos multitud de
items, que sirven para multiplicar la longitud de nuestros proyectiles,
aumentar la velocidad...
Al llegar a lo más alto de la fase podremos recoger un montón de items que proporcionan puntos, si nos damos prisa. |
Las primeras pantallas son sencillas,
pero para el tercer mundo ya nos enfrentaremos a multitud de enemigos y
plataformas puestas con muy mala idea. Habrá que medir muy bien los
saltos, ya que algunos enemigos suelen moverse traicioneramente una vez
hayamos iniciado el movimiento, y el mero contacto hará que perdamos una
vida.
Flyer promocional del juego. |
Uno de los objetivos del juego es recolectar 8
diamentes de diferentes colores en cada isla. Aunque sea secundario, se
hace casi imprescindible, ya que si logramos reunirlos obtendremos una
vida extra, muy necesaria por la dificultad del juego. Estos diamantes
aparecen si eliminamos a los enemigos derrumbando un arcoíris sobre su
cabeza, o utilizando un ítem con forma de estrella que despeja la
pantalla. Es más, para poder superar el juego realmente, ¡necesitamos
recolectar todos los diamantes de todas las islas en un orden
determinado! Simplemente demencial.
Tercer mundo. |
El colorido aspecto infantil
que presenta el juego engaña al jugador incauto que lo prueba por
primera vez. Las primeras pantallas, como he dicho antes, son bastante
sencillas, pero antes de que nos demos cuenta nos habremos quedado sin
vidas. Esto nos hace picarnos, y jugar una partida tras otra. Al cabo
de unas cuantas ya nos vamos manejando bastante mejor, somos capaces de
prever los movimientos de los enemigos, y superamos unos cuantos mundos
con un sólo crédito. En ese aspecto es un juego muy gratificante, y en
los que rara vez hay muertes "injustas", siempre nos queda claro de que
hemos perdido una vida por nuestra culpa.
Con uno de estos se toca el cielo. |
Rainbow Islands es, en
mi opinión, uno de los mejores arcades de la historia, a la altura de
otros grandes nombres que todos conocemos. Existen multitud de versiones
domésticas, pero todas se quedan por debajo del original, jugable y
gráficamente. Ya sabeís, si queréis que se os pasen las horas volando,
arrancad el MAME y dadle una oportunidad al juego. Y si tenéis un arcade
stick, os tendrán que separar del PC con agua hirviendo.
Este juego también me encantaba. Recuerdo que era muy pequeña cuando en los recreativos me gastaba una gran parte de mi asignación semanal intentando llegar cada vez un poco más lejos...
ResponderEliminarDespués me lo regalaron cuando tuve mi primer ordenador (Amstrad CPC464). Por supuesto que desmerecía mucho comparándolo con el arcade original, pero para ser una versión de 8 bits seguía siendo tremendamente rápido y adictivo, aunque nunca conseguí pasar de la isla número 5 en ésta versión. Bastantes años después y cuando los juegos de mi infancia que me marcaron formaban parte tan sólo de un recuerdo descubrí el emulador M.A.M.E y me encantó volver a disfrutar del Rainbow Islands original de la máquina recreativa. Aprovechando la oportunidad que brindaba éste emulador de jugar con vidas infinitas (ya que podías presionar determinado botón que era el equivalente a echar otra moneda en el arcade original de la época y el cual te permitía continuar en el mismo nivel en el que habías perdido las vidas), fue cuando llegué al final del juego. Era un reto que de alguna manera tenía pendiente... llegar al final y ver qué ocurría entonces. Qué recuerdos! Snif, Snif.
Un saludo.
Marilú1976